La brecha salarial de género se refiere a la diferencia en los ingresos entre mujeres y hombres que ocupan el mismo puesto. Medir la brecha salarial de género en las empresas es crucial para identificar desigualdades y crear planes de acción eficaces. Esta problemática persiste, revelando las barreras que enfrentan las mujeres en su desarrollo profesional y acentuando la urgencia de abordar estas desigualdades.
Comprendiendo la Brecha Salarial
Al analizar las cifras, encontramos que en 2018, McKinsey descubrió que las mujeres en una muestra de 50 empresas en México ganaban solo el 92% de lo que ganaban los hombres, evidenciando una brecha salarial del 8%. A nivel de entrada, las mujeres ganan 8% menos que los hombres, pero esta diferencia crece hasta un 22% en los comités ejecutivos.
Medición de la Brecha Salarial de Género
Medir la brecha salarial es esencial para crear entornos laborales más equitativos. La fórmula para medir esta disparidad es sencilla: se calcula la diferencia entre el salario promedio de mujeres y hombres en cada nivel de puesto y se divide entre el salario promedio de los hombres, incluyendo bonos y prestaciones.
Factores Contribuyentes
La desigualdad se debe en parte a la discriminación estructural. Como señala Claudia Goldin, premio Nobel de Economía 2023, las mujeres a menudo buscan mayor flexibilidad laboral, lo que puede impactar sus oportunidades de obtener mejores puestos o salarios. Esto incluye normas de género y expectativas sociales que influyen en las decisiones laborales de las mujeres.
Superando la Brecha Salarial de Género
El análisis de la brecha salarial no debe preocupar; en cambio, debe ser visto como un diagnóstico crítico. Permite realizar ajustes necesarios, como revisar y ajustar salarios de mujeres, retener talento femenino, o mejorar los planes de carrera. El propósito de medir esta brecha es identificar y cerrar las disparidades salariales de género, promoviendo así una mayor igualdad en el lugar de trabajo.