En el dinámico y competitivo mundo empresarial, el crecimiento desordenado puede ser una trampa peligrosa. Muchas empresas prometedoras han sucumbido a los desafíos que trae consigo la rápida expansión sin una adecuada planificación y control. Entender y evitar estos riesgos puede ser crucial para asegurar la estabilidad y el éxito de la empresa a largo plazo.
Identificando el crecimiento desordenado
Es fundamental reconocer las señales de un crecimiento desordenado para poder tomar medidas preventivas. Joan Riera comenta, “cuando la demanda excede claramente nuestra capacidad, debemos estar alerta”. La sobrecarga de estructura, como se vio en el caso de El Ganso entre 2015 y 2018, puede ser un claro indicativo de este problema. La empresa tuvo que reducir sus tiendas de 188 a 148 debido a la pérdida de innovación y sobrecarga operativa.
Pérdida de cultura corporativa
La cultura corporativa es el alma de una empresa. La experiencia de Fintonic muestra cómo un crecimiento desmedido puede llevar a problemas de selección y cohesión cultural. Santi Román advierte, “la pérdida de cultura corporativa puede ser una manera silenciosa de morir de éxito”.
Pérdida de visión estratégica
Ferrán González señala que “el éxito de crecer muy deprisa te hace poner el foco en el corto plazo y olvidar el largo plazo, la estrategia”. Empresas como Dropbox han enfrentado la pérdida de visión estratégica, lo cual ha hecho que competidores tecnológicos repliquen su servicio, obligándola a redefinir su enfoque.
Errores en los márgenes
El crecimiento rápido a veces viene acompañado de cálculos erróneos en los márgenes de beneficio, como le sucedió a la empresa Cocunat. Sara Werner, CEO de Cocunat, menciona: “se dieron cuenta de que habían crecido mucho, pero con un cálculo erróneo de los márgenes”.
Exceso de expectativas
Alejandro Martín de ESIC comenta sobre las peligrosas expectativas excesivas en el crecimiento. La presión por cumplir expectativas puede llevar no solo a fractures internas, sino también a comprometer la calidad del producto o servicio. Ramón Fernández Caleya añade, “el anhelo por conseguir el éxito nos hace perder de vista los ciclos por los que pasa una empresa”.
Daños en la reputación
La reputación es un activo invaluable que puede tardar años en construirse y minutos en destruirse. Groupalia y LetsBonus son claros ejemplos de empresas que afectaron su reputación al vender productos chinos de baja calidad. El CEO de Housfy, Albert Bosch, indica que estas decisiones pueden traer consecuencias negativas duraderas.
Adaptación tecnológica
La adaptación tecnológica es otro desafío. El ejemplo de Infoempleo, que se tuvo que adaptar al boom de internet, subraya la importancia de la evolución constante. María Benjumea explica cómo los cambios en el mercado obligan a las empresas a estar siempre un paso adelante para no quedar rezagadas.
Conclusión: Mantén el control en el camino del crecimiento
El crecimiento desordenado puede ser tan peligroso para una empresa como no crecer en absoluto. La falta de planificación, control, y adaptación a las necesidades cambiantes del entorno empresarial puede llevar al fracaso a incluso las empresas más prometedoras. Es vital mantener una visión a largo plazo, proteger la cultura corporativa, y ser flexible y adaptativo a los cambios del mercado. Inspirarte y emprender con prudencia puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.